Limpiá y acondicioná la zona donde elijas colocar tu alfombra. Evitá lugares de alto tránsito y mucha circulación. No colocar en zonas cercanas a fuentes directas de calor o de luz solar.
Para garantizar su mantenimiento aspirá tu alfombra regularmente en velocidad mínima tanto del frente como del dorso para evitar la acumulación de polvo y pelusas.Intenta no utilizar el accesorio cepillo que viene junto a la aspiradora.
Es normal que durante los primeros días desprenda algunas fibras o suelte un poco de pelusa. Si sobresale algún hilo deberías cortarlo al ras con tijera, no tires del mismo.
Manchas secas: No intentes removerlas con agua, aspira lo antes posible. En caso de que sea una mancha de barro utiliza una cuchara para removerla y luego aspira. Las manchas secas pueden ser de migas, polen, tierra, etc.
Manchas húmedas: Si tu alfombra se mancha con algún líquido limpia la mancha suavemente con papel absorbente (blanco) desde los bordes hacia adentro para evitar que la misma se expanda. Repite esta acción las veces que sea necesario hasta que absorba en su totalidad. Si es necesario moja un poco la mancha con agua tibia, detergente y vinagre blanco con una esponja y retira con el papel absorbente.
No utilizar productos como acetonas o blanqueadores.
Es recomendable realizar una limpieza en seco con limpiador para alfombras (espuma) una vez al mes para mantener el acondicionamiento de la misma.
En caso de manchas inamovibles o suciedad extrema contacta a un profesional en limpieza en seco.
Evita totalmente lavar tu alfombra a mano o en lavarropas porque se dañará.
Ante cualquier duda escribinos hola.unimuni@gmail.com